domingo, 9 de marzo de 2014

La posmodernidad. Edición a cargo de Hal Foster.


El posmodernismo es una teoría que plantea el fin de la edad moderna, es decir, del proyecto social que nace con Descartes y Newton y la Ilustración y que para muchos sociólogos muestra sus primeros rasgos de agotamiento en los años sesenta del siglo veinte, justo cuando la sociedad de consumo comienza a mostrar su cara más agresiva...

Si era a través de la razón como la sociedad moderna se relacionaba con el entorno, "pienso, luego existo", parece que para los nacidos en los ochenta habría que cambiar la frase por "siento, luego existo". Lo sensacional(rechazo a la profundidad y defensa de la percepción superficial), el individualismo sometido a la comunidad y la necesidad de permanecer en contacto, rasgos posmodernistas, son los requisitos para que la sociedad de consumo germine y haga con el ciudadano lo que quiera. El joven posmoderno es rupturista, pero la sociedad posmoderna es, también, la criatura del capitalismo, su hijo. Víctima y vulnerable. 

Con defensores y descontentos y con gente que parece no darse cuenta, el cambio está ocurriendo ahora mismo en occidente: la ruptura es cada vez más evidente. El rechazo al relato de la edad moderna también. Lo que este cambio produzca nos sorprenderá (para bien y para mal) a todos, porque lo único claro es que no será como nosotros queramos que sea. 

Este libro, La posmodernidad, recoge varios artículos de pensadores como Habermas o Baudrillard, entre otros, donde reflexionan críticamente sobre distintos aspectos relacionados con esta ruptura y sus consecuencias sociales y culturales, que tienden a derivar en un nuevo modo esquizofrénico de espacio y tiempo, frente al modo único y retrógado de la modernidad.  

En su articulo La modernidad: un proyecto incompleto, Habermas, plantea precisamente lo contrario: una modernidad que ha completado un círculo. En cierto sentido, una modernidad cuyas propuestas, el individualismo, el proyecto personal independiente supeditado al proyecto social, generaba las bases sobre las que se desarrollaría su enemigo, el posmodernismo, la duda sobre el relato único y el ciudadano liberado de está única verdad.

Incluso en el terreno artístico, el divertido intento de alagar la modernidad, las vanguardias, también se agotó. Como dice Habermas: "quien se considere vanguardista puede leer su propia sentencia de muerte".

Por otro lado, decíamos que la posmodernidad supone una ruptura, y en este sentido el posmodernimo más importante cual será sino el feminismo, entendido como crítica radical de los discursos dominantes del hombre moderno.



En El discurso de los otros: las feministas y el posmodernismo Craig owens, propone el feminismo como un acontecimiento político y epistemológico que plantea el fin de la modernidad. Político porque desafía el orden de la sociedad patriarcal, epistemológico, porque pone en tela de juicio la estructura de sus representaciones. 

Lo cierto es que el advenimiento de la posmodernidad señala una crisis en la función legitimadora de la narrativa, en su habilidad para obtener consenso a través de la cultura. Porque ¿qué función tuvieron esas narraciones si no fue la de legitimar la misión que se adjudicó el hombre occidental de transformar el planeta a su propia imagen? 

En Postmodernisdad y sociedad de consumoFrederic Jameson plantea una pregunta interesante para todos los artistas y sobre todo, los escritores. Si la muerte del sujeto es un hecho, el fin del individualismo como tal casi una amenaza, si la experiencia y la ideológica del yo único está terminada, agotada, entonces ya no está claro qué se suponen que hacen los artistas y escritores del presente periodo. Picasso, Proust y Eliot ya no funcionan puesto que ya nadie tiene esa clase de mundo y estilo único, privado que expresar o enriquecer.

Esto no es tan trágico en realidad. Puede ser peligroso ya que el capitalismo y la sociedad de consumo potencian las características más alienables del posmodernista... pero en este sentido, el arte contemporáneo y la sociedad posmoderna serán un arte y una sociedad de una nueva manera. Y la revolución, cuando llegue de verdad, lo será para todos; más aún, esto significa que uno de sus mensajes esenciales implicará el necesario fracaso del arte y la estética, el fracaso constante de lo nuevo. 




domingo, 12 de enero de 2014

¡Por fin el cuarto Filete de Panda!


Por fin terminamos el cuarto número del Filete que está especialmente guay con muchos cómics y cosas que leer. Además, se nos ha ocurrido una manera de empezar a poner publicidad en el fanzine para intentar financiarlo de alguna manera...

Pues sí, buscamos dinero fresco para mejorar la distribución del Filete. Vamos por el cuarto número, un año y medio en los que nos hemos debatido entre poner o no publicidad, porque la verdad es queel precio de las fotocopias y de las grapas ha subido demasiado para nosotros.

Entonces hemos pensado algo que quizás pueda estar bien: vamos a ofrecer un espacio de publicidad a todos aquellos bares, librerías y negocios del royo que quieran financiarnos unos cuantos ejemplares. Así, en las copias que pague cada uno habrá una página, en concreto esta de la editorial o lo que sea, con lo que quieran poner, logotipo, reseña, anuncios... io non lo so.

Aparte de estos negocios sucios, este cuarto número del Filete viene fino, fino, con muchos cómics y mucho que leer y sobre todo con colaboradores deluxe. ­­Queremos darle las gracias a la dibujante uruguaya Maco, que ha querido participar en el Filete y nos ha compartido un paseo en bicicleta que bien podría ser por­ Cádiz si os fijáis bien (su parecido lo tiene). Por lo demás lo de siempre, aún esperamos vuestras colaboraciones. ¡N­o me hagáis ir a buscarlas yo!


Y aquí os dejamos los enlaces a los blogs de todos los colaboradores de este número.

Niño Gusano
Maco
Cráneo
Irvin Denbrough
Fritz
Doc Industries
Wenda Novak
Cisco Ratia
Pablo A. Cappa
Nacho Gutiérrez Bradley



Bueno, y como siempre si queréis imprimirlo podéis descargarosclickeando aquí el PDF preparado fotocopiadoras. Solamente tenéis que darle a imprimir por las dos caras, doblar las páginas en orden y grapar. 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Cabaret Voltaire. Methodology ’74-’78



La revolución digo yo que implicará un cambio en todos los aspectos y facetas de nuestra vida. También debería significar un cambio en el arte, en la manera en que producimos, consumimos y disfrutamos la música. Cabaret Voltaire entendieron que una revolución exige una evolución en el ser humano y por lo tanto una evolución también en la música, pero salieron escaldados. Tanto que una vez un grupo de proletarios en un concierto les dieron una paliza solo porque no admitían la música que estaban escuchando. Lamentablemente siendo uno de los grupos capitales de la última gran revolución musical (la electrónica) casi nadie se acuerda de ellos y sí de los grupos a los que influenciaron.

Cabaret Voltaire pasaron por muchas etapas desde las vanguardias, el krau, el tecno pop o el comienzo del house. Este disco recoje las grabaciones del primer periodo de esta banda, quizás el más experimental y con menos medios. Una época en la que se abrieron a la sensibilidad del ambient fascinados por el sonido de la nueva cacharrería analógica de sintetizadores y baterías electrónicas. Por que el disco es solo eso, sonido (cómo si fuera poco). Para algunos ruidos y para otros fríos y sobrecogedores anuncios de lo que será una nueva era.




viernes, 15 de noviembre de 2013

Isolagnosis. Ignacio Gutiérrez.



Bueno, os dejo un avance de la obra 'Isolagnosis', publicada por Ediciones en Huida (2013).

El libro de poemas puede comprarse en el correo y cuesta solo 10 euritos:ventas@edicionesenhuida.es

o en algunas librerías de Cádiz como La Clandestina, Manuel de FallaLas Libreras y si no recuerdo mal, Quorum. Y en Sevilla, seguro, en Un Gato en Bicicleta.


También podéis visitar el blog del autor aquí: Isolagnosis blog

o seguirlo por facebook clickeando aquí: Isolagnosis Facebook.

He aquí el avance (tarda un rato en cargar):





miércoles, 6 de noviembre de 2013

Ventajas y problemas de escribir escuchando música


Decía Cortázar que leer y escuchar música al mismo tiempo supone una falta de respeto tanto al escritor como al músico. Cortázar exigía una recepción activa por parte del público, es decir, le pedía al lector que se relacionase con la lectura (o con el arte en general) al mismo nivel al que se relacionaba él.

También recuerdo a un profesor de música que me dijo una vez que después de escuchar atentamente un disco de Charlie Parker uno acaba agotado. En realidad, si lees, no escuchas y si escuchas, no lees

No solamente eso, desde el punto de vista del lector, los segundos en silencio en los que levantas la cabeza del libro y las ideas o impresiones leídas aprovechan para introducirse en nuestro interior y  chocan con la materia de la que estamos hechos, ya no es un silencio. De repente, otras ideas, otras impresiones y otras emociones quieren entrar dentro al mismo tiempo, la música que te acompaña la lectura.

Pero no es solamente esa perdida sagrada del silencio, sino que la literatura, igual que la música, se compone de ritmo y armonía (por no entrar en los desarrollos emocionales y la tensión y el contraste) que de repente entran en colapso al enfrentarlas con otros ritmos y armonías más intensos, disonantes, que producen una macedonia emocional que a menudo resta más que suma. Un cacao, vamos.

Esto como lector. Pero al escribir la cosa puede ser diferente, aunque no demasiado.

En el proceso de escritura  se describen imágenes incompletas que surgen en alguna parte, no sé sabe muy bien dónde, y un determinado clima, como escenas de una película, y entonces puede que la música si ayude a descubrirlo, a descifrar qué ocurre con esas imágenes. Pero también puede cambiar el sentido de lo que perseguimos y cerrar o abrir puertas en direcciones opuestas.

Por lo que hay otro problema, aunque parezca tonto, es que que la música, los discos, se componen de canciones que no suelen durar más de nueve minutos como mucho, y al escribir, cuando se consigue entrar y mantener determinado estado emocional, los cambios de canciones y estilos, pueden ser totalmente contraproducentes.



Lo único importante aquí es saber que cuando escuchas música estás influido al cien por cien por lo que escuchas y eso, para un escritor puede ser bueno y malo al mismo tiempo.

Personalmente yo no puedo ni leer ni escribir con música. En ciertos momentos de la escritura, al comienzo, cuando solamente expongo ideas que luego daré forma material, puedo escuchar solamente, (y de echo lo hago) uno de estilos me música que más loco me ha vuelto en los últimos años: la ambient music, un estilo cuyas armonías y estructuras son tan abiertas y amplias que a veces parece que no existan.

Historia de la ambient music (lo digo en femenino porque me gusta más).


Dicen los libros de historia que un taxista atropelló a Brian Eno y tuvo que pasar mucho tiempo en cama sin poder moverse. Un buen amigo fue a visitarle y le regaló un vinilo de un concierto para arpa. Cuando se marchaba Brian le pidió antes de irse lo lo pusiera en el tocadiscos y desde la cama, ya solo, se dio cuenta de que había un problema con el sonido: de uno de los canales del stereo sonaba un ruido blanco constante y del otro apenas nada, solo la melodía principal del arpa, a muy poco volumen, que según las dinámicas del intérprete superaba o se escondía detrás del ruido blanco.

Inmóvil y medio dormido la música entraba sutilmente en sus pensamientos, sin interrumpirlos. Aparecía y desaparecía en su interior. Brian se dio cuenta de que estaba disfrutando esa nueva forma de sentir y relacionarse con la música. Así nació Music for airports, quizás la última gran revolución musical, por lo que supone de cambio de concepto, después del dance.

La música occidental, es ruidosa, estridente y como la publicidad, es maleducada y chillona y quiere que le prestemos toda la atención posible todo el tiempo. Está hecho para eso mismo: para la catarsis. Desde Mozart hasta el pop, pasando por Parker o Miles Davis, la música occidental trata sobre un individuo que quiere que le presten atención y quiere que te olvides de todo excepto de lo que quiere decirte. Así que no hay que extrañarse si ese tipo de música interrumpe tu lectura.

El ambient music no es música de relajación como alguna gente piensa, tiene un discurso y unos modos propios. No es egocéntrica ni exige tu atención constante. Solo quiere estar ahí cuando la necesites y formar parte de tu vida durante un tiempo sin resultar una molestia.



Para mí supone una ayuda para conseguir la tensión que quiero al escribir, o al menos al empezar a describir la imágenes que necesito comprender. Si he de ser sincero, casi todo lo que he escrito tiene esta banda sonora:




Aún recuerdo la primera vez que escuché este disco (Robert Fripp and Theo Travis: Live at Conentry Cathedral 2009): vivía solo en Sevilla. Me levante un día de principio de verano, cuando todavía no es verano, con resaca y puse esto a un volumen muy fuerte y de repente todas las rutinas y las cosas cotidianas que nos aburren y no apreciamos, comenzaron a tener otro significado diferente, como cuando escuché el A love Supreme de Coltrane, pero en la dirección totalmente opuesta.